LR
11 – Radio Universidad – “CANTO EN AZUL Y BLANCO”
Micro
64 – 28/08/2016
Con su licencia, paisanos!
Acomodado en la cocina grande, junto a la ventana para tener mejor luz,
mientras gustamos un mate, vamos a ver si compartimos versos “De mi señal… con su
historia”
Nos referíamos el
domingo pasado a ese poeta que la vida
vinculó a la Vieja Magdalena y que se llamó Miguel Etchebarne, y contamos de un
verso que hicimos en su homenaje; también dijimos que era: “según mi modesto entender, el
único poeta que escribiendo en lenguaje pulido y respetando las normas de
la gramática, ha podido trasladar a sus escritos, el sabor y los olores del
ambiente rural; y eso porque indudablemente se había consustanciado con la
gente muy campera de sus años niños y adolescentes que lo marcaron a fuego, y
más allá de que se graduara como profesor en letras, conservó ese sentimiento
en estado puro muy dentro suyo”.
Quiero decir con esto
que su expresión no anda el rumbo “del habla gaucha” que es el que siempre
transita la modestia de mi canto; pero un día, movido por la circunstancia de
querer participar en un certamen en el que nunca los versos de matriz muy
criolla llegan a encabezar la lista de ganadores, me acordé de Etchebarne, e
intenté hacer un verso por el estilo de los que él hacía.
Busqué el tema, y se me
ocurrió que podía escribirle a la “décima”,
esa forma estrófica tan, pero tan presente en todo lo que hacemos, en torno a
la poesía popular, sobre todo la vinculada al decir de los cantores criollos, y
la que habitualmente enarbolan los payadores.
El resultado es el que
a continuación ofrecemos a los fieles oyentes del programa, siempre fieles al
lado del receptor.
Simplemente su título
es: “Décima”, y dice:
DÉCIMA
Soy
la décima. Esa soy.
La
de armoniosa cadencia,
la
que ha impuesto su vigencia
del
lejano ayer, a hoy;
la
misma que usó Godoy
cuando
le dio voz al Corro,
aquella
que no hizo ahorro
cantando
a la independencia
y
vapuleó la insolencia
de
aquel coloniaje engorro. (1)
Soy
la décima. Redonda
en
sones, tonos y climas,
la
que enseñorea sus rimas
como
gorjeo en la fronda.
Soy
la que ha nacido en Ronda
allá
en la España europea,
pero
que bien se florea
en
toda la Hispanoamérica
y
que a su hidalguía ibérica
fue
acriollando en cada aldea.
Soy
la décima. Y orgullo
tengo
por haber nacido
y
también porque he servido
al
pueblo, en gestas o arrullo:
clarín
de guerra o murmullo
en
un preludio de amor.
Sí
todo he dicho, señor,
mucho
más he de decir
que
nací, para vivir
pariendo
versos en flor.
Soy
la décima. Espinel
me
lió de forma paqueta
y
me dio a cualquier poeta
me
esculpa con su cincel;
no
todos tuvieron miel
para
untar mis diez razones
muchos,
solo han sido peones
afanosos,
consecuentes…
los
pocos sobresalientes
sin
duda han sido patrones.
Soy
la décima. Campera.
La
del fogón del tropero
o
la que bajo el alero
se
deshojó plañidera;
la
que fue a la montonera,
al
vivac, la toldería
y
la que a la pulpería
la
transformó en auditorio.
Traigo
silencio, jolgorio
y
del campo, letanía.
Soy
la décima. De Uzal,
de
Risso, Menvielle, Charrúa,
o
la que bien acentúa
Obligado,
y no es casual;
con
Varela pasa igual
que
con Boloqui y Panizza.
Soy
la décima, y precisa
el
poeta, mi presencia:
sé
decir con elocuencia
y
el bien decir, me cotiza!
(15/07/2004)
(1) Molesto
Carlos
Raúl Risso E.-