LR
11 – Radio Universidad – “CANTO EN AZUL Y BLANCO”
Micro
67 – 18/09/2016
Con su licencia, paisanos!
Acomodado en la cocina grande, junto a la ventana para tener mejor luz,
mientras gustamos un mate, vamos a ver si compartimos versos “De mi señal… con su
historia”
Allá por mediados del
año 2015, expliqué que para escribir siempre me ubico en tiempos “del campo de
ayer”; esto quiere decir que a cosas que me ocurren hoy, si las voy a llevar el
verso, las traslado a aquellos tiempos.
El año 1997 -hace casi
veinte años-, fue muy malo para mí; justo cuando parecía que a partir de abril
se me abría un panorama favorable, en agosto, se me dio vuelta la taba.
Veinte años antes,
había ingresado a una empresa señera de la ciudad La Plata, con todas las
expectativas puestas en progresar.
Por entonces, los
primeros tres meses se estaba a prueba, y a partir de allí, de ser aprobado, se
pasaba a ser empleado de la planta permanente. Un mes antes de completar el
período, nació mi hija Lorena, y como dicen que un hijo “viene con un pan bajo’el
brazo…” me efectivizaron.
Y el 20/08/1997, justo
cuando esa hija cumplía 20 años, el día de su cumpleaños, la empresa, por una
denuncia periodística, fue intervenida y cerrada. Ese trámite duró 9
angustiosos meses… un parto.
Fruto de esas
cuestiones y de cien pensamientos atravesados, y de otras tantas broncas, de
comparaciones entre honestidad y deshonestidad, laboriosidad y holgazanería,
decencia y valga todo, son estas 8 décimas escritas en “tono mayor” en las que
uno canaliza su dolor y desesperanza… aunque manteniendo un dejo de hidalguía,
como la de aquel soldado que si le toca caer: “caeré con mi bandera”.
“¡Guarda!” se titula el
compuesto que por supuesto escribí al modo gaucho:
¡GUARDA!
Me
viene mal baraja,
la
cuestión se pone fea
pero
me abrazo a la idea
de’nfrentarla
a rompe y raja;
no
hay chúcaro que a rodaja
no
se doblegue al dolor,
y
a mi me suebra valor
pa’
dirle firme al encuentro
¡que
tengo un temple de adentro
como
pa’ pechar lo pior!
Se
dice que todo pasa
hasta
el temporal más feo,
pero
hace rato que veo
que
un cielo negro me abraza;
la
realidá se disfraza
-uno
puede colegir-
pero
se alcanza’lvertir
como
dándole’n el clavo
¡que
habrá de ser tiempo bravo
el
que nos toque vivir!
Se
confunde libertá
con
el total entreguismo,
y
se abre como un abismo:
riqueza
o necesidá.
Total
naturalidá
demuestra
el que mucho roba,
pero
solo se joroba
el
que “rajuñó” un centavo
¡porque
la justicia, al “pavo”,
de
cien maneras lo adoba!
Por
girar como la rueda
seguirá
el mundo rodando,
más
pobre, el pobre, galguiando
y
el rico, más rico queda;
el
que gobierna se’nrieda
con
el hilo ‘el carretel
pues
se sirve del pastel
una
tajada sabrosa
¡y
aquel que piense otra cosa
que
salga en defensa d’él!
Yo
me siento ensemismao,
sorprendido
y con asombro…
¡y
pensar que puse’l hombro
pa’
quedarme deslomao!
Si
al matungo trajinao
lo
aguaita un final de tacho,
anque
ya no soy muchacho
capaz
que me’ncrespo fiero,
¡que
pa’rriarme al matadero
hará
falta más de un macho!
No
afloja la sabandija
encarnizada es sin yel,
pa’ella, la sangre’s miel
y la chupa a dos verija’;
el que al pueblo tanto esija
que tiemple la consecuencia,
no lo ciegue la osecuencia
de un rodeo de adulones
¿qué pasará si los piones
se olvidan de la obediencia…?
Cuando afina, el que’s cantor,
no grita pa’ dar su canto,
porque’l fundamento es tanto
que hasta lo escucha el señor.
Y si es murmuyo el clamor
del pueblo que ya no aguanta
¡guarda!, que tanta garganta
hambriada, seca, sedienta,
puede ser como tormenta
que la negrura agiganta.
Y he de seguir yo también
jinete sobre un beyaco
que’l cuerpo al charque no saco
si necesito un sostén.
Y dejo aclarao muy bien
quedando el verso’e testigo,
si jinetiarlo consigo
y al ejuerzo no me dueblo
¡sepan pues, de que “juan pueblo”
puede ser cruel, pa’l castigo!
(17/12/1997)
Carlos Raúl Risso E.-
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